Hoy os enseño nuestra última restauración. Un precioso aparador que presidirá un precioso salón que veréis dentro de nada. Buscar la pieza perfecta nos costó varios viajes y muchas horas, pero es que teníamos tan claro lo que buscamos que nos costó dar con él. Eso sí, como siempre, la encontramos… 🙂 Tenía algún foquito de carcoma pero por lo demás la pieza de estructura y de acabado estaba perfecta. Así que sin persarlo más, se vino con nosotros.

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Lo primero que tuvimos que hacer fue acabar con la dichosa carcoma. Los colores y acabados los teníamos claros desde el principio, un azul pastel con un decapado muy suave y un vainilla para los interiores. La tapa la queríamos dejar en madera pero el color del barniz no nos gustaba, así que lijamos bien la tapa y aplicamos un tinte en color nogal. 

Para que la pieza resultara más lijera quitamos dos de los cajones y forramos el hueco con chapacume. Para rematar enceramos bien todo el mueble y listo!!! 

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Ahora mismito está de camino a su destino y estamos convencidos de que nuestra clienta va a alucinar cuando lo vea. Si tu también quieres un pedacito de historia en tu casa, ponte en contacto con nosotros. Buscamos tu mueble y lo personalizamos para hacerlo único.

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Qué tengáis un buen día!!

Noelia